No todos los almohadones de lactancia son cómodos. Algunos son muy blandos y se hunden. Otros se escapan del cuerpo. Algunos no dan buen apoyo al bebé ni a tu brazo.
Para que funcione, un buen almohadón debería:
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Ser firme, pero cómodo.
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Ajustarse bien a tu cuerpo.
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Sostener el peso del bebé sin que tengas que tensar los hombros.
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Permitir distintas posiciones de amamantamiento.
Probé muchos durante mis puerperios. Ninguno me resolvía todo. Por eso creé uno que sí lo hace: artesanal, firme, versátil y con un QR que te lleva directo a un video con posiciones explicadas y consejos reales para ese momento. Podés ver todas las opciones de colores y sus características haciendo click acá!
No es solo un producto, es una herramienta. Un sostén real para un momento real.
Criemos juntas con calma y conexión ❤
Vicky Polleri – Psicóloga, Puericultora y mamá de 3 👦🏻👦🏼👧🏻