Durante el puerperio, el cuerpo se encuentra sensible, cansado, y muchas veces contracturado. Amamantar no debería ser una fuente de tensión física, pero si no encontrás una postura que te acomode, puede volverse un desafío.
Lo importante es saber que hay formas de amamantar que alivian dolores físicos, especialmente si tenés molestias en la espalda, en los brazos o en el cuello. Algunas posiciones recomendadas son:
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Posición biológica o reclinada: te recostás semiacostada y el bebé se apoya sobre vos. Ideal si te duele la espalda o los hombros.
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A la cadera (tipo fútbol americano): ayuda si tenés puntos en la panza o querés más control del agarre.
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Sentada con apoyo lumbar y almohadón firme: tu brazo no hace fuerza y el bebé queda alineado sin esfuerzo.
El uso de un almohadón bien pensado, con la altura y firmeza justa, puede marcar la diferencia. Por eso diseñé uno que además incluye un video explicativo con todas las posiciones, para que lo tengas a mano desde el primer día.
Tener un buen sostén físico es parte de la experiencia de sostener emocionalmente. No estás sola, y tu comodidad también importa. Si querés verlo porque pensas que te puede servir te dejo el link acá: Almohadones de lactancia
Criemos juntas con calma y conexión ❤
Vicky Polleri – Psicóloga, Puericultora y mamá de 3 👦🏻👦🏼👧🏻