El bebé nace, lo colocan sobre tu pecho, y… ¿qué pasa ahora?

Algunas cosas que pueden pasar en esos primeros minutos:

  • Que no se prenda al pecho enseguida. A veces necesita tiempo. No todos los bebés tienen el reflejo de succión activo inmediatamente. Podés ofrecer el pecho, pero también simplemente sostenerlo piel con piel y esperar a que explore por sí mismo. La conexión primero, la toma después.

  • Que llore o se quede dormido. Llorar no siempre significa hambre, y dormirse puede ser una forma de regularse tras el parto. No significa que haya un problema con la lactancia: puede ser su manera de adaptarse al nuevo entorno.

  • Que vos sientas miedo o desconcierto. Estar frente a algo tan esperado (y tan desconocido) puede abrumar. Si no sentís lo que esperabas sentir, no estás fallando. Permitite estar en el momento tal como viene, sin exigencias.

  • Que te duela. Un primer agarre doloroso puede deberse a la postura, al agarre o a la sensibilidad inicial de los pezones. Es importante no normalizarlo si se sostiene en el tiempo: corregir a tiempo evita grietas o frustración.

  • Que salga perfecto. O no. Y en ambos casos está bien. No hay una forma única de empezar. La lactancia es un vínculo que se construye, no un examen que se aprueba.

Todo eso es normal. La lactancia no empieza igual para todas. Y aunque esos primeros minutos son importantes, nunca es tarde para mejorar la experiencia.

A veces alcanza con observar, respirar y dejar que el momento fluya sin presión. Otras veces, hace falta ajustar el entorno, la postura, o incluso pedir ayuda profesional. Y eso también está bien. Si sentís que necesitás una consulta de lactancia para quedarte tranquila, hacé click acá así ya coordinamos un día y horario. Estoy acá para acompañarte.


Criemos juntas con calma y conexión ❤
Vicky Polleri – Psicóloga, Puericultora y mamá de 3 👦🏻👦🏼👧🏻